jueves, 9 de febrero de 2012

La pantera traicionera

Ahí se encuentra agazapada, entre las sombras... A veces deja que creamos que se ha ido; no hace ruido, no se deja ver, aguarda con paciencia... Observa nuestros entrenamientos, anota la evolución de nuestra forma física, sigue nuestras carreras... y toma notas.



Toma notas muy variadas: qué estiramientos estamos haciendo, qué ritmos de carrera llevamos, dureza de las superfícies sobre las que corremos, desniveles que realizamos... toma notas esperando el momento perfecto.

Somos conscientes de que está ahí, al acecho... pero no la vemos y a la larga bajamos la guardia...

Pero ella es impasible, fría y calculadora. Como siempre, ha tomado notas de las últimas jornadas: días fríos, déficit de calentamiento, vuelta poco gradual a ritmos elevados, zapatillas con más de 800 Km y la primera capa de suela ya comida en algunas zonas, estiramientos escasos, un golpe reciente en una zona concreta... el cóctel perfecto para un ataque certero....

El martes 7 de Febrero, sobre las 9:40 de la mañana, en el parque Juan Carlos I de Madrid, la pantera traicionera se abalanzó sobre uno de mis peroneos laterales, produciendo un dolor agudo que a día de hoy no remite y que compromete el inicio de la preparación para el Maratón de Madrid.

El objetivo de este maratón iba a ser consolidar esas 3h12 de Donosti... pero o empiezo el plan de entrenamientos ya o va a ser imposible... Y ahora no puedo correr...

Esta vez la pantera me ha cazado bien.