jueves, 29 de diciembre de 2011

No solo de carreras vive el hombre, sino de todo líquido que llega a ingerir


Si bien el rugby tiene el honor de haber inventado el tercer tiempo, no es menos cierto que a día de hoy casi todos los deportes a nivel amateur se benefician de esta práctica. Confraternizar con los compañeros de sudor entre cervezas y risas es una experiencia muy gratificante. Y si además se es fan confeso de tan exquisito líquido, pues no te cuento.
Un poco por ello, y un mucho porque soy un frikazo, estoy comenzando a realizar mis primeras producciones de cerveza artesanal.

Hace poco quedé con Tito para elaborar 10 litros de genuina Hefe-Weissbier de Paracuellos. La verdad es que al ser la primera producción 'un poco grande', nos llevó más tiempo del que pensábamos, y mientras cocinábamos 10 litros nos bebimos 15, pero echamos un día divertido... A día de hoy la producción está fermentada, embotellada y se encuentra madurando al fresco. Ahí van unas fotos de ese día:


Malta de trigo ya molida

  
Malta de cebada ya molida

Reponiendo fuerzas

Controlando la temperatura en el macerado

Que no pase de 68ºC !!!!



Tomando muestras para medir la densidad del mosto (I)

Tomando muestras para medir la densidad del mosto (II) 


Clarificando el mosto

Lavando el grano


Cocción


Desinfectando el fermentador

A según que horas uno ya va cocido...


Volcando al fermentador



Pesando la levadura

Por lo bien que lo hemos hecho... ¡¡ cervecita p'al pecho!!

martes, 6 de diciembre de 2011

Ser corredor. De fondo

Hace poco Juanki me pasó un libro sobre la vida de Emil Zátopek, la Locomotora Humana. Emil dejó a lo largo de su vida algunas frases míticas y hace unos minutos me ha venido a la cabeza una concreta:

"Si quieres correr, corre una milla. Si quieres vivir una vida diferente, corre un maratón"

Más allá de lo poético, hoy esta frase me evoca otra lectura : en cuestiones vitales, no existen los cambios radicales. Es muy complicado ponerse a vivir una vida diferente de la noche a la mañana. Todas las evoluciones grandes llegan con las cualidades que requiere un maratón: paciencia, trabajo y oportunidad.

No conseguirás el cambio sin un trabajo constante, sin altibajos. No conseguirás tus objetivos antes de lo que tuvieran que llegar, por mucho que lo desees. No alcanzarás la gloria si no aciertas con el momento oportuno... Cualquier intento de forzarlo, lo romperá...

Los habitantes del mundo deberíamos adoptar en nuestras vidas los valores del corredor. De fondo, por supuesto.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

MIÉRCOLES 30 DE NOVIEMBRE DE 2011. Punto y seguido

Ya pasó. Agarráos que vienen curvas, es decir, voy a soltar un tocho de padre y muy señor mío. El que lo aguante entero tiene pagada unas cañas en el Patro cualquier domingo por la mañana.

Efectivamente ha sido muy especial. No tanto por el resultado, que entra dentro de lo razonablemente esperable, sino por todo el camino recorrido hasta el último metro en el estadio de Anoeta. Meses de entreno, de descubrimientos, de evolución, de vaivenes emocionales y de muuuuuuchas dudas.

El último asalto comenzaba el sábado por la mañana, vuelo a San Sebastián compartiendo cabina con Xabier Elorriaga y Mikel Erentxun. Con éste último intercambié unas palabras sobre running (él también es maratoniano) al aterrizar; mu majete, la verdad. Tenía dorsal sacado para correrla, pero venía de un viaje muy largo y no tenía cuerpo.

Esta vez, al viajar solo, en vez de taxi opté por el bus, por cierto, mucho más pintoresco, ya que va por los pueblines en vez de la autopista. Al llegar San Sebastián ofrecía un día radiante de sol, ideal para pasear a orillas del Urumea:


No vale reírse de mis pelos caídos a lo Justin Bieber... quería haberme cortado el pelo el viernes pero me fue imposible.

El hotel era sencillo pero cómodo y muy cerca del centro:




Una vez alojado, otro agradable paseo hasta Anoeta para recoger el dorsal 280. En el estadio todo estaba preparado:

Después de dejar la bolsa del corredor en el hotel, paseíto hasta "Lo Viejo", donde estaba la pizzería donde tenía pensado comer:


Y allí, queso Provolone con tostadas, lasagna vegetal y una Paulaner Weissbier Natürtrub como Dios manda (la lasagna os la tendréis que creer, tenía tal pinta que me la zampé sin foto previa):

Después al hotel y siesta de pijama... la idea era dormir una hora, pero se me fue la mano y me lavanté ya de noche!! Paseíto para ir a cenar con Juanki (un compi superclase de la Panda del Muro) y Patri (por cierto, un encanto) a otra pizzería, esta vez spaghetti y pizza:


En el restaurante coincidimos con Riki Abad, un ejemplo de superación y record Guiness de maratones consecutivos corridos. Con el de San Sebastián lleva 423 seguidos en otros tantos días. Lo mejor de todo es que no se dedica a ello, es un popular más, con su jornada laboral que encima es a turnos rotatorios semanales. Todo lo que recauda en este reto va destinado a ANFAS. No me pude resistir a saludarle y darle ánimos para lo que le queda de reto.

Después nos acercamos a un italiano donde estaban cenando un buen grupo de foreros de elatleta.com. Juanki repartió saludos y lotería. La verdad es que no ponía cara a ninguno de los habituales y me dio palo presentarme por mi nick... Después otro paseíto al hotel:

Una vez en la habitación comenzó el ritual previo a cada maratón: colocación del chip en la zapatilla, configuración del Fore, colocación del dorsal en la camiseta y organización de toda la equipación (ropa, geles, esparadrapo, ropa de cambio, toalla, etc) en su orden exacto encima de la cama.
Una vez acabado me daba miedo desvelarme con la pedazo siesta que me casqué, pero la tripa estaba bien llenita y no tardé en dormirme.


A las 7:30 del Domingo sonaba el despertador y me levanté bastante 'sueñoso':


Con muchos menos nervios que otras veces me coloqué los vendajes necesarios (pecho y tibial anterior derecho), ajusté la banda del pulsómetro, me vestí, preparé la mochila y a la cafetería. Zumo, colacao, dos madalenas y rumbo a Anoeta.

Al llegar a la Avenida de Madrid ya se respiraba ambiente de día grande:
Visita al guardarropa y por supuesto, mi ya mítica consulta con el Doctor Roca previa a cualquier carrera. Mola disponer de servicios de Primera División para estos menesteres.
Me junté con Juanki y Pedrito para la salida. 5, 4, 3, 2, 1 ... pistoletazo!!


Durante primer kilómetro las piernas me pedían más ritmo, pero el Garmin decía que no... así que le hice caso y lo pasé en 4:29 min/Km, aún así un pelín rápido, pero aceptable. En el paso por el 5 el crono marcaba 22'30'' y las sensaciones me empezaron a dar bastante respeto. Se supone que debería sentirme pesado desde la salida, pero las sensaciones eran de ir bastante ligero. Eso me hizo temer un desfondamiento al final, pero las pulsaciones no iban nada mal, así que seguí adelante.


En el kilómetro 10 ya ví que había hecho mal dejando que el Garmin fuese tomando parciales automáticamente. Los kilómetros oficiales cada vez llegaban más tarde de lo que el GPS iba marcando. Hasta ese momento estaba convencido de ir a los 4:30 min/Km que me indiciaba el Forerunner, pero rápidamente me dí cuenta de que estaba yendo más lento. Tuve que elegir: o me daba el calentón para recuperar tiempo o seguía la referencia del Garmin, a sabiendas de que me mostraba un ritmo más rápido del real... Opté por lo segundo y seguí hacia adelante. Un calentón a estas alturas podría haberme costado mucho más tarde.


Qué gran ciudad es San Sebastián, qué hermosa es y qué afición tan buena hay. A cada giro la gente tenía una palabra de ánimo e incluso algún consejo técnico ("venga ahí, baja un poco los brazos" o "oso ondo, que bien vas!!!"). Con esa dinámica era fácil que en los sitios de mayor animación, uno se viniera arriba y le salieran parciales más rápidos.


El primer paso por La Concha mostraba un día espectacular, nada que ver con 2007, donde no vimos el sol y las zapas acabaron mojaditas. Hoy el día daba incluso para saludar a las cámaras:




La única parte más inhóspita del recorrido es la que transcurre por un polígono industrial entre los kilómetros 14 al 18 y 32 al 36. Sin embargo en esta edición la organización colocó unos cuantos bafles a todo volumen para animarnos... y vaya si nos animaron!!! A mí me tocó en la primera pasada un himno de los AD/DC, el Highway to Hell, que me hizo mantener muy bien el ritmo.


En el kilómetro 17 el Garmin me dió otro susto... cambio de página para ver el ritmo medio acumulado y aparece el romántico mensaje: "Abnormal parameter. Reset the unit". Ya me veía teniendo que apagarlo, perdiendo las referencias de tiempo, los parciales... vamos, correr a ciegas. Menos mal que uno es un poco desobediente y en vez de apagarlo le dí al enter y siguió funcionando bien... la verdad es que es una máquina con unas prestaciones estupendas, pero a mí personalmente siempre me deja la sensación de que puede fallar en cualquier momento. Con los Polar esto nunca pasa... pero valen el triple!!




Pasé la media en 1h36'12" con buenas sensaciones. Era momento de tomar decisiones: intentar el split negativo  o doblar. No lo tenía demasiado claro, así que opté por seguir como iba y postergar la decisión para más adelante. La idea de atacar las 3h10' se me empezó a pasar por la cabeza, pero mi objetivo seguía claro en la cabeza: "llegar entero al 30 y rondando las 2h15min"


En el kilómetro 23 empecé a sentirme fuerte y comencé a alternar kilómetros a 4:30 con otros más rápidos. El split negativo con 3h10' empezaba a ser posible. Si lo conseguía iba a ser por los pelos, no tenía márgen de fallo... pero veía que las pulsaciones iban subiendo paulatinamente.

En el kilómetro 30 marqué 2h16min así que llegaron dos noticias: por un lado era ya muy difícil que se me escaparan las 3h15, para eso tendría que ceder ritmo de golpe a casi 5 min/Km y aún me encontraba razonablemente entero; por otro lado el corazón empezó a superar esporádicamente mi umbral anaeróbico y ya supe que o levantaba el pie o en 5 kilómetros podía empezar a ceder muchos segundos. Sopesé y decidí que tenía muy pocas posibilidades de hacer 3h10, y que si lo intentaba, era muy fácil que en torno al 36 ó 37 tuviera que parar y poner en riesgo las 3h15. Así que decidí hacer esos 5 Km sin arriesgar y vigilando mucho las sensaciones. Una vez más, Pepe tenía razón: "del 30 al 35, de puntillas y sin hacer ruido".


El paso por el 34 me animó al son del "Viva la vida" de Coldplay. Si llegan a poner "Where the streets have no name" me voy a la meta haciendo series.


Ya encarando la vuelta al centro de San Sebastián les eché un grito a un grupo de 42195.es que estaban haciendo fotos y me lo devolvieron con creces: "Ánimo, qué bien vas, ya lo tienes, aúpa, esa camiseta guapa!!!". Otro chute de ánimo para seguir sin aflojar demasiado.

En el 35 ya empecé a ceder algún segundo por kilómetro a pesar de estar apretando para no hacerlo. Síntoma de que tocaba sufrir. Fueron los kilómetros de acordarme de los entrenos, de los findes en La Casa de Campo y de repetirme una y otra vez que no podía hacer la segunda media más lenta, que a Pepe le habría gustado que no cediera. Comenzó a costarme no pasar de los 4:3y muchos.

Del 39 al 40 se me fué el parcial bastante por encima de 4:40 sin darme cuenta y caí en la cuenta de que llevaba el paso un tanto descompuesto, así que rehice la figura y comencé a pronunciar nombres en voz alta, nombres de gente cercana que empecé a sentir conmigo y que me permitieron volver a rodar a 4:3X min/Km. Del 41 al 42 empecé a pasar gente poco a poco y ví que podía hacer menos de 3h13. A la entrada en Anoeta pegué mi último cambio. Me puse por debajo de 4:20 en los últimos 300 metros y entré emocionado bajo el arco de meta mientras sonaba la Marcha Triufal de Star Wars.



La portada del Diario Vasco lo dice todo:
Tras recobrar el aliento rápidamente me encuentro en la bocana de vestuarios con Juanki (carrerón con 2h50'), Pedrito (debut en maratón con 2h54'), David (2h51' sin hacer entrenamiento específico para este maratón) y la afición venida de Madrid en la grada, con una pancarta bastante chula: "Juanki, Pedro y David, desde Rivas a Hortaleza, más pelos en los huevos que en la cabeza".


Momentos de felicitaciones y alegría, objetivo superado, mejor marca personal y recuperación rápida.


Vuelta al guardarropa, ropa de abrigo y paseíto hacia el hotel. De nuevo me encuentro con Mikel Erentxun paseando con su mujer y sus hijas, me reconoce del día anterior y me pregunta qué tal. Intercambiamos unas palabras rápidas y felicitaciones por su parte.

Al llegar a la habitación baño veloz, que la expedición de Madrid aguarda para darnos el mítico homenaje post-maratón: tortilla de bacalao, bacalao con pimientos, cola de merluza, eusko-txuletón (que por cierto, los de mi lado de la mesa, repetimos!!!), tejas e Idiazábal con membrillo:


No me dio tiempo a quedarme a los copazos, mi avión salía en breve y tocaba coger taxi hasta Hondarribia.


Otro fin de semana mágico y el listón cada vez más alto..

Inicié este camino pensando que el 27N supodría un punto y a parte. Sin embargo mi percepción es de un punto y seguido. Tengo la sensación de que el Camino a Donosti 2011 solo ha supuesto el inicio de una nueva etapa como corredor, la sensación de que ahora empieza todo realmente... De hecho hoy he empezado a rodar de nuevo, 10 Km muy fresco y sin ninguna sensación de haber corrido un maratón hace tres días.

Y por lo tanto me resisto a cerrar esta ventana de mis experiencias al mundo...  seguiré posteando, aunque probablemente con menos frecuencia.


En cualquier caso, por aquí nos vemos!!!

viernes, 25 de noviembre de 2011

SÁBADO 26 NOVIEMBRE DE 2011. Gracias

Dentro de unas horas subiré al avión para ir a San Sebastián. Durante el viaje van a pasar por mi cabeza montones de fotos de estos últimos meses, fotos que me traen multitud de sentimientos, unos buenos y otros no tanto.... Han sido meses un tanto convulsos en mi corazón por muchas razones, sobre todo estas últimas tres semanas, probablemente las más difíciles de toda mi vida. No sé hasta qué punto eso me afectará en la carrera...

Antes de partir, quería daros las gracias a todos por los ánimos que me dais, y claro que me acuerdo de tí, Luis, so pelusón!!! Si no llego a apostar contigo no estaría corriendo!!! ;-). Me ha sorpendido mucho la cantidad de mails y llamadas a última hora que he tenido para esta maratón, de hecho pensándolo antes de cenar hasta me ha dado un poco de mal fario y todo...

Muchas gracias a todos, de verdad, nos vemos a la vuelta...

martes, 22 de noviembre de 2011

MARTES 22 DE NOVIEMBRE DE 2011. Padre, perdóneme porque he pecado...

- Ave María Purísima.
- Sin pecado concebida.
- Padre, perdóneme porque he pecado.
- ¿Qué has hecho, hijo?
- He ido a por tickets
- Pero, ¡¿cuándo?!
- Hoy, Padre. Esta mañana
- Hijo, eso no tiene perdón de Dios
- No me diga eso, Padre...
- Lo tuyo no tiene arreglo, hijo mío...

¿Os acordais? Pues con todo y con eso, hoy he hecho méritos para sacar un ticket. ¿Que cómo puede ser a 6 días vista? Pues porque el cerebro de un corredor pakete funciona de otro modo... Se suponía que el test de los 4:30 min/Km ya estaba hecho en la Media Maratón de Moratalaz, pero como la última semana no he podido salir a correr, me han asaltado las dudas: "¿y si por el parón de esa semana he perdido ritmo? a ver si voy a a salir a 4:30 en Donosti y me va a faltar fuelle...". Pues nada, hoy ha caído un test de 12 Km a 4:33 min/Km. Y las sensaciones no han sido buenas, aunque tampoco malas.

Probablemente es el periodo de tapering más caótico de los que he realizado, espero que no pese más que la buena preparación que llevo. Obviamente el hombre de los tickets no ha aparecido y además ahora noto las patas un poco tiesas... espero no tener que arrepentirme del entreno de hoy!!

Bueno, para recuperarme voy a ver si me abro un botellín de Mahou Clásica y lo acompaño de algunas suculentas sobras de las que pululan por la nevera.

lunes, 21 de noviembre de 2011

LUNES 21 DE NOVIEMBRE DE 2011. All the fish is sold


Pos nada, que tol pescao está vendío. Mañana y pasado rodajes light, a descansar y comer mucho carbohidrato. Ayer cuando acabamos el entreno en la Casa de Campo y estábamos estirando le decía a Pepe que me daba pena que el maratón llegara ya, que se terminaran esos domingos de 2 horas corriendo y que echaría de menos la sensación de novato que he tenido en la preparación de mi novena maratón (¿contrasentido?). Pero bueno, al final hemos entrenado con este día en mente, así que no cabe plantearse otras cosas.

Soy de los pocos que le echa un vistazo diario a la sección de atletismo de Marca, y esta mañana una triste noticia me ha recordado que esto, más allá de un bello deporte, comporta sus riesgos. No me gusta caer en el tópico de decir que esas cosas solo les pasan a los que no están preparados porque no es así. Por ello aprovecho estas líneas para mandar un beso enorme a todos los que me aprecian de algún modo, no vaya a ser que el Lunes no pueda ;-p

Ahora solo queda esperar que ningún virus se instale en mi organismo esta semana!!

viernes, 18 de noviembre de 2011

VIERNES 18 DE NOVIEMBRE DE 2011. Powder

Llevo durmiendo 3-4 horas diarias desde el Lunes. El corazón hace días que no obedece a mi cabeza y estoy perdiendo la perspectiva de las cosas. Tengo un hueco. No tengo tiempo pero me da igual. Salgo a la calle. Es de noche. Empieza a lloviznar.

Es la primera vez que salgo sin ruta, sin plan y sin cronómetro. Hoy no se trata de entrenar. Se trata de encontrar respuestas, de buscar un sentido a todo, de encontrar una luz que estos días no aparece...

Mis Supernova Glide arrancan con paso firme. Voy muy ligero, voy fuerte. Pepe ha hecho muy bien su trabajo. Llueve, cada vez más. La rabia comienza a inundarme y aprieto más el ritmo. Me entra flato, aflojo. Una señora me mira con lástima mientras espera al 212 con el solo resguardo de una capucha. No tengo muy claro quien tiene que sentir lástima de quién...

Llego abajo, llego rápido, probablemente unos segundos por encima de 4 min/Km. Empieza la subida. Arrecia la lluvia y aprieto más. Subo firme, subo rápido. A mi derecha el campo ha cedido a la oscuridad cerrada. Corono y llaneo. Voy muy rápido. Empiezo a preguntar a la noche, primero bajito, después en voz alta. Los chalets quedan atrás por mi izquierda, desaparecen rápidos. Ya está. Solo existe negrura, y en el centro el asfalto brillante que me tiene que llevar al sentido, a la luz... Ahora sí, llueve a mares. La camiseta se me ciñe y me pesa. Aprieto hasta el límite de mis piernas, abro los brazos y alzo la cabeza buscando las respuestas. No puedo ir más rápido, no puedo gritar más alto, no puedo soltar más rabia... y las respuestas no llegan... Da igual si no lloviera, tendría la cara igual de empapada...

Quiero seguir, necesito seguir hasta que las respuestas lleguen... sin embargo el ácido láctico comienza a saturar mi organismo. No quiero, pero mi cuerpo dice basta. Aflojo. Me paro. Llueve a mares. Estoy solo. Y así tendré que seguir buscando... regreso a casa, a ritmo de maratón. Me viene a la mente el final de una película especial. Cuando llego hago el gesto de detener el crono... me sonrío al comprobar que no lo llevo y aún así mi dedo ha apretado un botón imaginario...

martes, 15 de noviembre de 2011

MARTES 15 DE NOVIEMBRE DE 2011. Media Maratón de Moratalaz y parón

Por motivos laborales esta semana probablemente no pueda escribir nada más. Voy a tener jornadas de trabajo más allá de 16 horas seguidas y si le añadimos los últimos entrenos (y el de hoy me lo he tenido que saltar) me queda poco tiempo para nada más. Así que al grano y breve.

El Domingo corrí la Media Maratón de Moratalaz, en plan test para probar esos 4min 30 seg por kilómetro en una carrera. Fui todo el rato con Pepe por debajo de ese ritmo, ambos íbamos muy cómodos, incluso charlando tranquilamente. En los últimos kilómetros acordamos apretar, nos resultaba imposible ir tan sobrados hasta el final y apretamos de lo lindo, pasando gente a todo gas. Nunca había experimentado esa sensación, sentirme tan fuerte yendo rápido y con la sensación de tener no uno, sino dos cambios de ritmo más mientras el resto del mundo parecía inmóvil, como si se moviese a cámara lenta.

Entramos juntos con un tiempo neto de 1h31min8s y comprobando que los 4:30 min/Km están muy al alcance de la mano para el 27N. Incluso con la sensación de haber podido bajar de 1h29min sin demasiados problemas. Creo que, si no aparece un virus inoportuno o una lesión de última hora, las 3h15 pueden caer... crucemos los dedos.

jueves, 10 de noviembre de 2011

JUEVES 10 DE NOVIEMBRE DE 2011. La Casa de Campo y los polvos mágicos

Uno de los descubrimientos más importantes del camino que estoy recorriendo hasta Donosti 2011 ha sido la Casa de Campo. Como todos en Madrid, alguna vez hemos ido al Zoo, al Parque de Atracciones, al recinto Ferial, al Lago, a algún restaurante de buen yantar o incluso nos hemos aventurado mínimamente por alguno de los senderos que se adentran en sus entrañas. Pero hasta ahora solo había ido un par de veces a correr por allí, sin percatarme realmente de lo que signifca para los corredores.

Es muy habitual encontrarse con multitud de gente practicando running, ciclismo o simplemente paseando y es fácil pasar por alto el gran valor que atesora como templo del atletismo en Madrid. La Casa de Campo ofrece rutas de lo más variado, desde las distancias más cortas hasta tiradas de más de 30 Km, con variedad de perfiles, zonas marcadas y medidas para realizar trabajos de calidad (séries, cambios de ritmo...).

No es de extrañar por ello que atletas de todos los niveles se den cita por aquellos parajes para preparar sus competiciones. Y cuando digo todos los niveles, son TODOS los niveles. Desde el principiante que prepara sus primeras pruebas de 5 ó 10 Km hasta el popular que tiene menos de 2h30min en Maratón... e incluso plusmarquistas de España y campeones de Europa, corriendo a tu par por el mismo circuito por el que vas tú (bueno, a tu par durante unos instantes, ellos van a otro ritmo...). Es como si un aficionado al fútbol pudiera jugar un partido con Casillas, Xavi o Iniesta cada semana!!! Un lujo para el resto de atletas y para la vista de cualquiera que les observe por un momento.

Uno de los sitios propicios para cruzarse con atletas de buen nivel es El Bosque, un pequeño pinar ubicado en el corazón de la Casa de Campo bien delimitado por caminos y que posee un circuito señalizado de casi 4000 m de longitud. El camino marcado es cómodo para recibir los impactos que se producen a ritmos altos y firme para no perder excesiva tracción. Pero lo mejor del Bosque es el aura que lo envuelve, la mezcla de la belleza del lugar con la penumbra producida por las densas copas de los pinos que se entretejen sobre los corredores. El Bosque consigue crear un ambiente en el que cualquier ritmo de carrera es posible, en el que todo el mundo da un poquito más de sí... sobre todo cuando tras afrontar la última curva se visualiza la meta tras una preciosa recta de casi 700m. Esa recta es mágica, te obliga a dar lo mejor de tí mismo y se lo entregas con pundonor, con valentía y con agradecimiento.

Cuando la rutina de entreno programada en El Bosque concluye sigues corriendo por los caminos y a veces te asombras de los ritmos a los que has corrido. Y otro día tratas de reproducirlos en algún otro lugar... y no es tan espontáneo ni tan natural. Y en ese momento no te queda otra que asumir que los pinos que conforman El Bosque obsequian nuestra compañía dejando caer polvos mágicos sobre los corredores que por allí entrenamos.

¿O a qué polvos os pensábais que me refería al hablar de la Casa de Campo? Haceos revisar esa mirada sucia...

martes, 8 de noviembre de 2011

MARTES 8 DE NOVIEMBRE DE 2011. Ese Andret!!!

Ayer me llegó este hermoso vídeo de un blog que sigo desde hace poco: "El blog de Andret". Andretti, Andret o Ramón es un triatleta que me ha visto penar en algún maratón y este año fue finisher en Kona, los que conoceis este mundillo sabeis qué barbaridad significa eso.

En esta entrada se ve un pequeño reportaje sobre la preparación y la clasificación para Hawaii en el IronMan de Canadá (con un impresionante segundo puesto en su categoría), es un vídeo corto pero emotivo.

Espero que os guste tanto como a mí.

lunes, 7 de noviembre de 2011

LUNES 7 DE NOVIEMBRE DE 2011. Seññooooooooraaaaaaa, que reparto tiiiiiiickeeeeeets

Los rumores recorren los parques, los pescaderos lo comentan a sus clientas, el del bar lo ha escuchado de buenas fuentes, la prima de Loli se lo escuchó al señor Domitilo, la de la peluquería quiere saber más detalles... está en boca de todos, pero nadie quiere alzar la voz en alto. Sssssssssssssh... no se puede difundir demasiado, ya lo sabe demasiada gente!!!! Como cada víspera de maratón, 20 días antes, con una puntualidad que asusta, se confirman los rumores: el hombre de los tickets ha llegado.

Nadie sabe de dónde viene ni de dónde saca los ansiados tickets. Tampoco se sabe muy bien dónde encontrarle... el caso es que durante estos 20 días previos al maratón, por cada serie de 1000m que hagas a ritmo infernal, aparece el hombre de los tickets y te entrega un vale por un minuto menos a descontar de tu marca en la línea de meta el 27N. Guau!!! Todos a hacer séries como locos!!!!!

Los corredores panceteros que por primera vez nos asomamos a objetivos 'ambiciosos', que por primera vez hemos seguido un entrenamiento con cierto rigor y que nos sorprendemos a nosotros mismos consiguiendo los ritmos de carrera más altos de nuestras vidas, tenemos un miedo atroz a que todo eso que hemos conseguido se nos vaya en 20 días por no seguir dando leña al mono.

Dicen los cánones que desde 20 ó 15 días antes del maratón hay que empezar a bajar kilómetros y empezar a limitar las series y los cambios de ritmo, pero a los paketes, a dos semanas vista, nos entran las dudas: "¿y si me hago unos dosmiles a ver qué tal estoy?" ó "¿y si me hago unos miles para coger más chispa?" o peor: "¿y si recupero las sesiones de calidad que no he hecho durante el plan?". Ala, como locos a por los tickets.

La gente que sabe de esto lleva muuuchos años comprobando que realizar un periodo de tapering es la mejor forma de llegar preparado a un maratón, reduciendo gradualmente los kilómetros semanales y limitando las sesiones de calidad hasta hacerlas desaparecer. Sin embargo muchos todavía seguimos buscando al hombre de los tickets, tratando de conseguir en 15 días lo que no hemos logrado durante más de tres meses de entreno. No tiene mucha lógica, ¿verdad? Pues dejad de buscar al hombre de los tickets, que no existe!!!

sábado, 5 de noviembre de 2011

SÁBADO 5 DE NOVIEMBRE DE 2011. Los apoyos exactos en los momentos concretos

Conforme se acerca la fecha del maratón la sana ansiedad va creciendo
dentro de mí. Me resulta más fácil emocionarme con algunas cosas y algunas
cosas me retrotraen a emociones pasadas. Mentalmente repasas lo que te
queda de preparación y lo contrastas con la experiencia que has acumulado
en los últimos años, tratando de encontrar el factor de mejora que
desencadene el mayor rendimiento posible durante el día D.


Y al echar mano de la experiencia acumulada en carreras pasadas te das
cuenta de que muchas veces ese factor de mejora no estuvo en tí mismo, sino
en los demás... Y vuelves a darte cuenta de que le debes tanto a tanta
gente... Y no puedo evitar acordarme de cuando pesaba casi 85 Kg y Gema me
compró una bici. O de cuando nacieron mis peques y ella los llevaba a todas
partes para que me vieran entrar a la meta, sin importar si llovía o
tronaba. O cuando iba fundido al borde del desmayo en un km30 y me tenía
preparada una ampolla de glucosa sin yo haberle dicho nada. O cada día que
me calzo las zapatillas y al volver se interesa por mis sensaciones...


Y no puedo evitar acordarme del culpable último de que corra maratones: mi
padre. Si él no hubiera corrido uno de joven, yo seguiría con mis 85 kilos.
Siempre tiene el mapa estudiado para poder apoyar en el mayor número de
puntos del recorrido, ofreciendo gel, calculando parciales, dando ánimos...
Llevando a mi madre siempre para que vea a los dos y los dos me den aliento.


Y del grito de Almu en los últimos 500m de la primera Media que bajé de
1h40min (hice 1h39min59s); sin él ese día no habría bajado de esa marca,
fue el cambio de ritmo que mis piernas ya no tenían pero que ella con sus
palabras activó en mi mente.


Y del maestro Rober, la de globeradas que se tuvo que comer conmigo un
triatleta 'pro' como él!!! Pero qué bien hizo su trabajo y qué hondo me
dejó el espíritu del fondista tan bien inculcado!!


Y de Íñigo, mi liebre personal durante casi un año de carreras en las que
cada quicena hacíamos MMP (eso sí, yo siempre por detrás ;-). ¡Cómo te echo
de menos amigo! Pocas horas de vivencia juntos, pero qué intensas!!


Y del Presi, cuando en un Km 35 le dije: "estoy empezando a sufrir" y me
llevó en palmitas.


Y de Pepe, que por fin parece que va sacando algo aprovechable "del
mindundi ese de Paracuellos que no conoce nadie" ;-)


Y de la Panda, que mantiene viva mi ilusión

Y de los amigos, que correr ni les va ni les viene, y aún así van a la meta
a verme.


Sin todos estos apoyos hoy sería un corredor peor, tanto técnica como
humanamente. Todos te enseñan algo cuando te prestan su ayuda, y debemos
ser responsables en guardar ese legado para cuando tengamos que ofrecerlo a
otros.


Seguro que tú también has tenido valiosos apoyos en tu actividad. No
pierdas la oportunidad de que lo sepan, en el fondo a todos nos gusta que
de vez en cuando nos agradezcan algo.

jueves, 3 de noviembre de 2011

JUEVES 3 DE NOVIEMBRE DE 2011. Benny Hill, Mr Bean o no comas cuando corras ni explores cuando llueva

La semana pasada tuve un entrenamiento de lo más curioso. Contado ahora resulta gracioso, pero en su momento no me hizo ni pizca de gracia, la verdad. A ver qué os parece.

Esa mañana caía agüita y me dije: "Bueno, si me tengo que mojar, mejor al mediodía"... así que pasé la mañana trabajando, acabé de comer algo ligero a las 14:00h más o menos y ni corto ni perezoso empecé a las 14:30h. Por motivos varios, me dio por ir por una ruta nueva que no había hecho corriendo, que me venía bien para hacer unos 18km y que por unas cosas o por otras llevaba mucho tiempo queriendo hacer pero no me cuadraba. El razonamiento fue: "si llueve, por lo menos compensa ir por sitios por los que no he corrido". Cagada.

Cuando engancho el camino veo que hay barro pero nada escandaloso, se podía correr bien. A los 10 minutos de empezar se pone a llover y empiezo a tener malas sensaciones en la tripa. "Joder, si no he comido tanto". Pasan los minutos y cada vez peor, el estómago cada vez más revuelto y la lluvia cada vez más intensa... me planteo volver a casa, pero me digo que estamos ya en semanas clave y no puedo perder demasiados kms. Ahora visto, vaya mierda de razonamiento, ni que nos den tickets de descuento de 1 minuto menos a descontar en la meta del maratón por cada kilómetro de sufrimiento...

A los 45 ó 50 minutos minutos me tengo que parar bajo el diluvio universal con unas ganas de vomitar que ni cuando las borracheras de joven. Me aguanto como puedo y empiezo a pensar que por ese camino no he visto a nadie desde que lo enganché. Me empieza a entrar el agobio, me imagino allí mismo, con un corte de digestión tirado en el suelo y sin pasar nadie... me 'cobijo' debajo de un árbol (más psicológico que otra cosa, porque casi jarreaba más y todo) y no sé qué hacer, si seguir por la ruta o desandar el camino. Un cálculo rápido me dice mentalmente que quedan menos kms si sigo, así que empiezo a caminar y luego tiro para adelante muuuuuy despacio.

A los 10-15 minutos me encuentro ¡¡un río!! Y no bajaba escaso de agua!!! Llegaría el agua como un poco por debajo de la rodilla y tendría como cuatro metros de ancho. Y ahora qué coño hago... si lo cruzo a las buenas ya voy a ir encharcado entero, si me doy la vuelta me van a salir un cerro de kms y no me encuentro bien... Me pongo a recorrer la orilla buscando una estrechez y encuentro un sitio un poco más estrecho, que de un salto puedo llegar a unas piedras y de ahí a la otra orilla. Afortunadamente la lluvia empieza remitir y paso sin mayores problemas, pero para enganchar otra vez con el camino tengo que subir por un talud de tierra bastante empinado y de unos 2 metros y medio de alto. Bueno, de tierra no, de lodo, porque nada más poner los primeros apoyos se me escurren los pies y me caigo deslizando de panza. La boca llena de tierra, todo el cortavientos y las piernas embarradas... Empiezo a cagarme en todo, a sentirme muy pequeño y a insultar al talud a gritos como si me entendiera. Después de limpiarme en el río (al final tenía que pringar), con mucho cuidado y bastante esfuerzo alcanzo nuevamente el camino.

A partir de ahí ya dejó de llover y me fui encontrando mejor, pero esa parte del camino tenía bastante lodo y se me pusieron las zapas como las botas de Frankenstein, con 5 cm de alzas. Así que con unos kilos de más en cada pie, a duras penas alcancé de nuevo la civilización y acabé la ruta bastante fundido y sediento.

Así que ya sabeis: no corrais recién comidos (manda narices que me tenga que decir esto a mí mismo con 36 años) ni exploréis en dias de lluvia!!!

miércoles, 2 de noviembre de 2011

MIÉRCOLES 2 DE NOVIEMBRE DE 2011. "No, si no hace nada..."

Es cierto, lo reconozco... cuando estoy solo y me siento a escribir algo o cojo la guitarra, tengo una enorme tendencia a la reflexión pausada, teñida de melancolía y con pequeñas dosis de dramatismo trascendental. Eso se está filtrando al blog, así que antes de que la gente que lo lee (no sé si a estas alturas ya aguantará alguien) empiece a cortarse las venas, debo dejar entrever otro tipo de entradas más terrenales que también suceden durante el camino a Donosti 2011.

¿Cuántos de vosotros, corredores, habeis escuchado por los parques la mítica frase: "no, si no hace nada..."? ¿y cuántas lesiones o, en el mejor de los casos, fuertes contusiones se han producido justo después de escuchar la frasecita?

La semana pasada iba yo desperezándome durante los primeros minutos de entreno después de dejar a los peques en el cole. Era día de series, tocaban 4 x 2000 metros y no quería que ninguna de las repeticiones se me fuera más allá de 8min10s. Iba dándole vueltas al tema mientras calentaba, escapándoseme algún bostezo, cuando de repente un perrazo con ganas de jugar se puso a correr a mi par. Al cabo de un rato de una viva carrera en paralelo se me metió entre las piernas, me trastabillé y estuve a punto de dar con mis huesos en el suelo.

Conseguí detener mi marcha, y viendo la absoluta pasividad de su dueña, que observaba el incidente como el que ve un atardecer, estuve tentado de decirle algo. Pero si ella no había dicho nada hasta entonces, mucho menos iba a ser receptiva a mi conversación, así que simplemente reanudé la marcha refunfuñando para mis adentros. En cuanto la tipa me escuchó farfullar dialectos oscuros para el cuello de mi cortavientos mientras me alejaba, me dedicó una bella frase: "Ya están los putos corredores, que encima se quejarán!!!".

Entiendo que un perro reaccione con ganas de jugar, sobre todo si, como era el caso, es un perro jóven y en forma. Entiendo que los caminos son para todos. Entiendo muchas cosas. Lo que no entiendo es que haya licencia gratuita para molestar al prójimo. Si ves que tu perro lleva un rato poniendo en peligro mi estabilidad, al menos llámalo. Si ves que tu perro se me mete entre las piernas cuando voy a 4:40 min/Km, al menos trata de sujetarlo (no digo que lo sujetes, solo que trates de hacerlo!!!). Y si ves que ha estado a punto tirarme al suelo y provocarme, cuando menos, unas buenas contusiones, adviértele de que para la próxima no lo haga. Pues no. Vaya hijos de puta los corredores que enganchan sus piernas con mi perro. Vaya telaaaaaaaaa...

Solo espero que la señora en cuestión no sea ni haya sido madre nunca, porque a ver quien es el guapo que les tose a sus hijos cuando hagan algo mal.

Por cierto, las series me salieron de cine.

martes, 1 de noviembre de 2011

MARTES 1 DE NOVIEMBRE DE 2011. El abrazo que no ha llegado, el abrazo que nunca llegará

El ser humano establece normas no escritas por las cuales se rigen las relaciones personales entre individuos que pertencen a un mismo colectivo. Tendemos a asumir que estas normas son inherentes a nuestra especie, algo así como unos mandamientos que se nos dictaron al inicio de los tiempos.

La realidad es otra bien distinta, ya que estas normas son puramente culturales, más coyunturales que otra cosa. Únicamente hay que viajar un poquito por el mundo para darse cuenta de que cosas tan cotidianas como tocarse, besarse o saludarse se interpretan y ejecutan de forma muy diversa en función de la latitud y longitud donde se observen.

Hoy entrenando en muy buena compañía a ritmos por debajo de 3:50 min/Km ha ocurrido algo que por ley natural tenía que suceder tarde o temprano. Algo que llevo tiempo visualizando pero que nunca había ocurrido. Algo que me deja sentimientos encontrados: la alegría de verme fuerte, la tristeza de doblegar a quien me ha llevado a ese estado. Mi corazón ha querido dar relevancia al hecho, ha querido reconocer admiración y agradecimiento, ha querido rendir homenaje... Mi corazón ha deseado expresarlo con un abrazo sincero, con el abrazo que le darías a un hermano en momentos especiales... pero he interpretado que las normas de conducta que rigen a 40º 25' 39.39'' N, - 3º 45' 39.02'' O no iban a comprender los sentimientos que encierra ese abrazo; así que todo ha quedado en una silenciosa palmada en el hombro.

Regresando al cuartel general de la Panda me he permitido ausentarme medio minuto de la conversación que transcurría en el coche para reflexionar sobre ese abrazo que no ha existido, y con cierta desolación me he dado cuenta de que hay otro abrazo que nunca sucederá... un abrazo que debería producirse el 27 de Noviembre en Valencia. Sin embargo el 27 de Noviembre yo estaré en San Sebastián, así que no le encuentro viablidad.

Es un abrazo que nunca sucederá, un eterno 'debe' hasta el final de los días.

domingo, 30 de octubre de 2011

DOMINGO 30 DE OCTUBRE DE 2011. El acojone del pakete


Con los corredores populares ocurre una cosa muy común que un día me dijo el maestro Rober: "tronco, tú entrenas como si compietieras y compites como si entrenases". Se me grabó a fuego. No fue un reproche en absoluto, sino una introducción a una lección que aún no he aprendido. La frase, más allá de sonar bonita (Rober, aparte de ser un grandísimo ciclista medalla de oro en la mítica Quebrantahuesos pirenaica, es un tipo que escribe como los ángeles), encierra una realidad interesante: salimos a los parques y los caminos cada día y nos resulta natural darlo todo, arriesgar por encima de lo que estamos acostumbrados e incluso picarnos con otros corredores. Nos importan tres pimientos si vamos más rápido de lo que tenáimos pensado o si nos salen 5 kilómetros de más. Damos leña al mono y si se tercia, también al gorila.

Sin embargo el día que tenemos una carrera, los paketes acojonados nos cortamos, le tememos a la distancia y nos olvidamos de que ESA es la competición. La planteamos mal, disfrazamos nuestro descontrol con salidas a ritmos temerarios y la cagamos. Avanza la carrera y te encuentras tan atenazado con no petar que ni te das cuenta de si vas bien o mal. E incluso yendo bien, te acojonas y te pones un freno mental antinatural que no tenías en los entrenos.

Desde luego parece un contrasentido que los paketes acojonados, en la competición nos frenemos y en los entrenos compitamos, se supone que el orden natural es otro. Pues en la Univeridad de Wisconsin todavía no han averiguado por qué a los fondistas de mi tipología nos pasa eso.

Y no mola nada, sobre todo porque la teoría ya me la sé.

Si a eso le sumas que gente de hasta tres ámbitos diferentes con mucha más experiencia que yo, insisten en mis posibilidades para Donosti 2011, tienes que acabar por concluir que no vale ser un pakete acojonado, que vas a competir y que te tienes que dejar de milongas.

Así que en el camino a Donosti 2011 he decidido que voy a arriesgar. Voy a salir sin complejos y voy a tratar de estar cerca de los 4:30 min/Km de media desde eñ principio. Quizás tenga que aflojar desde el kilómetro 30. Quizás no llegue siquiera allí. Quizás me sobrevenga el Muro por no aflojar a tiempo. Quizás algo peor... O prefiero pensar que sí estoy preparado para ello y que saldré airoso. Si no lo pruebo, no lo sabré nunca, así que no me voy a quedar con las ganas.

Queda un mes para modular el objetivo, pero creo que el punto de mira se va centrando: 4:30 min/Km durante 42195 metros. Si todo sale bien, me va a tocar sufrir. Si no, prefiero ni pensarlo...

viernes, 28 de octubre de 2011

VIERNES 28 DE OCTUBRE DE 2011. La Soledad

Una de las ventajas de correr frente a otros deportes es que es relativamente fácil de empezar: te pones unas zapatillas y sales a la calle, cuando mejor te cuadre y sin depender de otros. No estás a expensas de la disponibilidad y horarios de otras personas, y tus hábitos a la hora de practicarlo son los que tú mismo te dictas.

Casi todos los corredores de fondo con algunos años de experiencia poseen recuerdos de rodajes en solitario especiales, donde sintieron cosas diferentes, experimentaron un rendimiento excepcional y vivieron reflexiones vitales. Rodajes donde el resto del mundo no importa, rodajes en auténtica Soledad. Poco importa si fueron en un bosque, un camino o en un parque plagado de gente. Ella te eligió ese día, corrió contigo y elevó tu persona a un sitio donde pocas veces en la vida se está. Esos días raros se guardan interiormente para siempre.

Sin embargo, hay momentos en los que la soledad puede llegar a ser el enemigo más grande de un corredor de fondo. Por ejemplo, en momentos de debilidad durante una carrera, al toparse con el Muro en una maratón... Son momentos de sufrimiento puntual que siempre son más llevaderos en compañía, aunque en este deporte, en última instancia, siempre dependas de tus propias piernas.

Pero la Soledad, cuando realmente es peligrosa, es en otro tipo de días. Días en los que tu plan de entrenamiento dice que en el fin de semana tienes que estar un poco más de dos horas corriendo sin parar. Cuando llevas bastantes decenas de kilómetros acumulados durante la semana. Cuando tus rutinas de entrenamiento se han vuelto monótonas. Cuando ponerse las zapatillas ya suele suponer un sacrificio sin ilusión... el solo hecho de pensar en un entrenamiento así puede resultar desmotivador e inducir a un aburrimiento que se cronifica muy fácilmente. Y de ahí es sencillo llegar a perder las sensaciones que un día nos llevaron a correr y que tanto nos gustaron cuando las experimentamos por vez primera. Y se produce el abandono. He tenido algún día puntual así, pero la Vida por casualidad me ha ido encaminando de forma que esos días han ido desapareciendo. Desafortunadamente he visto gente que ha pasado por ello y han abandonado la práctica, han perdido la chispa. De hecho actualmente un buen amigo se encuentra en una situación similar y me apena verlo así, ya que ha sido una persona que ha corrido durante toda su vida. Espero que pueda recuperar la motivación y la ilusión que sintió el primer día que juntos corrimos nuestra primera media maratón, allá por el 2006... (vaya paliza me diste, ¿eh Yoye?)

Las soluciones más efectivas, a mi parecer, son dos: el abrigo de la gente y el cambio de hábitos. Correr distancias largas rodeado de buena gente es una experiencia reconfortante, ilusionante y motivante. Se consigue mayor rendimiento en el entreno, hay alternancias a la hora de mantener un ritmo de carrera, hay camaradería, de vez en cuando se producen piques sanos... Todo ello hace que la siguiente semana entrenes con otra ilusión, con ganas de llegar al siguiente Domingo mejor preparado, con ganas de un día de fiesta del correr... Si además se realiza en un entorno agradable y diferente al habitual de todos los días, la experiencia cambia radicalmente. Y si después echas unas risas con tus compañeros en torno a unas cervezas, solo puedes volver a casa con una sonrisa, con la sensación del trabajo realizado y con fuerzas renovadas para disfrutar entre semana de la eterna compañera del corredor de fondo: la Soledad.

Estoy deseando que llegue el Domingo.

JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 2011. Empieza la cuenta atrás

Queda un mes exacto para la salida del Maratón de San Sebastián y siento la necesidad de plasmar mis sensaciones.

Va a ser un mi novena incursión en la mítica distancia, y va a ser un maratón especial. Realmente todos lo han sido. De todos guardo recuerdos concretos grabados en la memoria: el debut agónico e inconsciente de Madrid 2006 (4h56min), la revancha fallida con el casi desfallecimiento viendo a un niño con un Donete de Madrid 2007 (4h12min), la mala estrategia de carrera y el gran apoyo de Kike a la bici en Madrid 2008 (3h56min), la preciosa carerera, por fin bien corrida en Donosti 2008 (3h31min), el sufrimiento de los kms finales, viendo cómo se me escapaba el sub 3h30 sin poder hacer nada con Ramón a mi lado en Madrid 2009 (3h32min), la amistad trabada con Jose y Dani del Gran Grupo Garabitas, así como el terrible sufrimiento para bajar de 3h30 en Zaragoza 2009 (3h29min), la relajación de correr un maratón sin pretensiones, acompañando a Luis y teniendo que dejarle atrás en el km 35 en Madrid 2010 (3h54min) y la enorme ayuda del Presi y lo bien que me sentí en Madrid 2011 (3h28min).

Vistas con perspectiva todas estas experiencias suponen una evolución personal en muchos aspectos. Comencé a correr por una apuesta irresponsable, y aquello me cambió la vida. Correr me ha aportado nuevas capacidades, y percibo que ha limado aristas de mi personalidad que no me gustaban. Y sobre todo, me ha permitido contemplar la grandeza del ser humano en su dimensión más espectacular, valores llevados mucho más allá de lo cotidianamente observable: entrega, sacrificio, compañerismo, afán de superación... Cuando entras en este mundo de lleno, te encuentras con personalidades peculiares que te envuelven, te hipnotizan y cambian tu perspectiva de las cosas.

Durante este tiempo me he ido asomando poco a poco a lo que significa correr, desde los aspectos más técnicos a los códigos de honor y conducta tan particulares de este deporte. Y aún me queda mucho por aprender!!! También he conocido gente excepcional, incluso he ingresado en la Panda del Muro, un grupo de corredores con una concentración de calidad humana muy poco común... esta familia deportiva me ha enseñado qué es correr, me está formando como atleta y ha cambiado mi visión del deporte en general.

Todas estas reflexiones me vienen a la cabeza a un mes vista de comenzar mi novena maratón, que va a ser especial. Va a ser la primera maratón en la que siento que soy un corredor pleno, la primera donde toda la preparación ha tenido un sentido más allá de acumular kilómetros, la primera donde las rutinas de entrenamiento no eran las que eran porque lo ponía en un papel, sino porque comprendía por qué sé hacían, qué mecanismos se accionaban en mi metabolismo, cómo modelaban mi forma física y cómo debía modificarlas en función de las circunstancias. Y realmente así se disfruta mucho corriendo, más allá del esfuerzo y el sacrificio que supone.

Independientemente del resultado que obtenga, este maratón es especial porque el camino hasta él está resultando muy ilusionante y estoy aprendiendo mucho. Es el primer maratón donde el viaje  está siendo más importante que el destino en sí. Y todo gracias a un pedazo de corredor como Pepe; siempre dispuesto a ofrecer su experiencia a quien quiera escuchar, a demostrarte lo que no entiendes, siempre con una anécdota que te enseña más que un mes de acumular kilómetros... y con la garra de un corredor competitivo y con orgullo. Un tipo de los que crea escuela. Gracias a Pepe ya no corro igual, ni entreno igual... y eso es nuevo para mí, y por eso esta maratón va a ser especial. No me importará no hacer una gran marca porque con esta dinámica sé que va a llegar antes o después, pero me gustaría poder partirme el pecho el 27N para poder brindársela.

Queda un mes. El tiempo justo para se puedan estropear muchas semanas de preparación o bien afinarla para llegar perfecto al día D. La semilla de una sana ansiedad está germinando, empieza la cuenta atrás.